Las garrapatas pueden pasar al menos ocho años sin alimentarse. Y 27 años después, los descendientes del grupo original siguen vivos.
Todas las formas de vida necesitan alimentos para sobrevivir. Sin embargo, se ha demostrado que una especie concreta de garrapata puede pasar mucho tiempo sin comer. En total, las garrapatas africanas no habían probado bocado en ocho años. Pero aun así los animales se mantuvieron firmes.
El investigador Julian Shepherd descubrió la longevidad y, de paso, la milagrosa capacidad reproductiva (más adelante se hablará de ello) de la especie de garrapata Argas brumpti. En 1976 recibió seis hembras adultas, cuatro machos y tres ninfas y decidió observarlas en su laboratorio. Las garrapatas se alimentaban de la sangre de conejos, ratones y ratas. Hasta 1984, cuando Shepherd detuvo la investigación y dejó de alimentar a las garrapatas.
Más información sobre Argas brumpti
A. brumpti es una especie de garrapata llamada "blanda" que se encuentra en el este y el sur de África. Mientras que las especies de garrapatas más comunes tienen una piel relativamente dura, la de A. brumpti es suave y correosa. Además, la principal diferencia entre ambos es su dieta. Las garrapatas A. brumpti se hinchan menos, comen más rápido y con más frecuencia. Pero cuando Shepherd se quedó sin conejos, ratones y ratas de laboratorio para que las garrapatas se alimentaran, su capacidad para sobrevivir con pausas más largas entre las comidas resultó ser mayor de lo que él podría haber imaginado.
Sin embargo, las garrapatas resultaron ser especialmente obstinadas. A pesar de que las garrapatas fueron privadas de alimento, el último macho murió solo cuatro años después. Las hembras permanecieron vivas incluso cuatro años más. Esto significa que las garrapatas africanas pueden estar sin alimento durante al menos ocho años, algo que nunca se había visto antes. Mientras Shepherd alimentaba a las hembras rebeldes, también descubrió otra característica sorprendente de A. brumpti.
Capacidad reproductiva
Las criaturas parecen tener una capacidad reproductiva bastante impresionante. Al menos una de las hembras puso huevos de forma espontánea tras la muerte del último macho. Shepherd sospecha que la hembra tiene esperma viable almacenado en su cuerpo. Y eso durante un tiempo récord en comparación con otras especies de garrapatas.
Descendencia
El lote de huevos contenía crías macho y hembra que ahora, 27 años después, siguen vivas. Y eso es extraordinario. Shepherd nunca imaginó que el grupo original de garrapatas que se le entregó en la década de 1970 sobreviviría hasta el próximo siglo y produciría una descendencia que aún se reproduce en la actualidad.
Un descubrimiento importante
Shepherd afirma que los hallazgos, publicados ahora en el Journal of Medical Entomology tras 45 años de investigación, aportan nuevos e importantes conocimientos. "Siempre me ha fascinado la capacidad de adaptación de los organismos a su entorno", dice. "En este caso, un entorno árido con un acceso prácticamente nulo al agua y a los alimentos. La investigación sobre cómo los organismos se enfrentan a estos retos puede proporcionar información sobre cómo otros organismos, incluidos nosotros, pueden hacer frente a retos similares".
Según el entomólogo, se podrían realizar más investigaciones sobre las crías para obtener más información sobre las posibilidades de supervivencia de A. brumpti y su capacidad de conservar agua y energía. Sin embargo, para Shepherd, esto se detiene aquí. Las garrapatas se enviarán ahora a los científicos de Sudáfrica para su análisis.
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