Hace 65 millones de años, un gran asteroide golpeó la Tierra y los dinosaurios se extinguieron. Pero, ¿hasta qué punto es realista este escenario de la película?
Podemos responder rápidamente a esa pregunta: no es muy irreal. De hecho: en 1994, Júpiter fue golpeado por 21 fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9.
El cometa fue descubierto en 1993 por Eugene Shoemaker, David Levy y Carolyn Shoemaker. Carolyn, la esposa de Eugene, tenía un don especial. Podía detectar fácilmente pequeñas diferencias entre dos imágenes del espacio tomadas poco después de la otra. Así es como consiguió descubrir el cometa. El cometa ya se había fragmentado al ser descubierto. Esto ocurrió un año antes, cuando el cometa se encontraba dentro del límite Rocheli de Júpiter. La distancia al planeta era entonces tan pequeña que el cometa fue arrastrado por las fuerzas de gravedad de Júpiter. Antes de esta desintegración, el cometa tenía un diámetro de unos cinco kilómetros.
Dos años después (del 16 al 24 de julio de 1994) los restos del cometa cayeron en la atmósfera de Júpiter a una velocidad de 60 kilómetros por segundo. Un bombardeo feroz, que creó gigantescas bolas de fuego en la atmósfera joviana. Estas bolas de fuego tenían una temperatura máxima de más de 23.000 grados Celsius, mientras que normalmente hace un frío glacial (-143 grados Celsius) en las cimas de las nubes del planeta gigante. El impacto más fuerte liberó una energía de 6.000.000 megatones de TNT. Eso es 600 veces la energía que se liberaría si disparáramos todas nuestras armas nucleares al mismo tiempo. En los días siguientes, se vio un rastro de daños.
La foto espacial de esta semana muestra el lugar de impacto del gran fragmento G. Esta cicatriz en Júpiter tenía un tamaño de 12.000 kilómetros, que es aproximadamente tan ancho como el diámetro de la Tierra. La mancha oscura permaneció visible en Júpiter durante meses. La imagen de abajo fue tomada por el telescopio Hubble.
La buena noticia es que Júpiter es un planeta mucho más grande que la Tierra y, por tanto, es más probable que atraiga cometas y asteroides. Además, Júpiter está más cerca del cinturón de asteroides. Aunque la probabilidad de que se produzca el impacto de un gran meteorito es mucho menor que en los primeros tiempos del sistema solar, el impacto de Shoemaker-Levy 9 demuestra que no es inconcebible que nuestro planeta sea golpeado por un asteroide o meteorito (relativamente) grande en el futuro.
La búsqueda de asteroides
Afortunadamente, en 1998 la Agencia Espacial Estadounidense inició la caza de asteroides que (en algún momento) se acercan a la Tierra. Mientras tanto, se han identificado más de 18.000 objetos cercanos a la Tierra.
Los investigadores tienen un objetivo claro al descubrir estos planetas de cizalla: identificar a tiempo los asteroides que podrían suponer una amenaza para la Tierra. En teoría, hay varias formas de cambiar el rumbo de una roca espacial que se dirige a la Tierra, pero cada una de ellas requiere que veamos la roca con mucha antelación.
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