Todo el mundo sabe que el ejercicio es saludable. Cuando se realiza actividad física a diario, no solo se siente uno más en forma, sino que también corre menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y tiene más posibilidades de vivir más tiempo. Sin embargo, son relativamente pocos los estudios que han examinado los beneficios para la salud del ejercicio en etapas posteriores de la vida. Así que los investigadores fueron en busca de respuestas.
El ejercicio es saludable
Estudios anteriores han demostrado que el ejercicio moderado regular (como montar en bicicleta o caminar a paso ligero) puede reducir el riesgo de diabetes, enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, osteoporosis, depresión, cáncer colorrectal y cáncer de mama. El consejo oficial es hacer ejercicio moderadamente intenso durante al menos 30 minutos al día o al menos 75 minutos a la semana.
Para colmar esta laguna de conocimiento, los investigadores del estudio estudiaron los datos de 3099 italianos de edad avanzada (65 años o más).
Estudio
Los participantes habían completado cuestionarios sobre su actividad física en diferentes momentos de su vida. La actividad física moderada incluía caminar y pescar, mientras que la actividad física vigorosa incluía la jardinería, la gimnasia, el ciclismo, el baile y la natación. Los sujetos se sometieron a un examen físico exhaustivo entre 1995 y 1997, seguido de evaluaciones intermedias cuatro y siete años después. A continuación, se realizó un seguimiento de la salud de todos los participantes hasta finales de 2018. Además, se guardaban registros de quiénes habían muerto entretanto, y de qué.
Enfermedades del corazón
Los investigadores llegaron a un descubrimiento sorprendente. En concreto, las personas de 70 años que hacían ejercicio de moderado a intenso durante 20 minutos al día corrían un riesgo significativamente menor de padecer enfermedades cardíacas en su vida posterior. Sin embargo, los que no empezaron a hacer ejercicio hasta los 75 u 80 años ya no tenían mucho que ganar con ello.
Más vale tarde que nunca
El estudio demuestra que el ejercicio es una buena medicina, incluso en la vejez. Por lo tanto, los hallazgos se hacen bajo el pretexto de "más vale tarde que nunca". "Sin embargo, cuanto antes se empiece a una edad más avanzada, mejor", subraya el investigador Claudio Amidei en una entrevista.
Causa
¿La razón? "En el caso de las enfermedades no transmisibles que se desarrollan a lo largo de un periodo de tiempo prolongado, el efecto de los factores de riesgo o de protección también se extiende durante un periodo de tiempo más largo", explica Amidei. "Por eso, cuanto antes se inicie una actividad protectora (piensa en el ejercicio), más probable es que tenga un efecto beneficioso para la salud". El hecho de que esto reduzca significativamente el riesgo de enfermedades del corazón en particular se debe a que el ejercicio mejora el flujo sanguíneo arterial y también previene la formación de coágulos de sangre. "Además, el ejercicio previene la arteriosclerosis y mejora la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre", escriben los investigadores.
Ejercicio
En definitiva, los resultados muestran que las personas mayores harían bien en moverse todos los días. ¿Qué ejercicios son los más beneficiosos? "En nuestros análisis, nos centramos en la actividad física de moderada a intensa", explica Amidei. "Esta definición abarca una amplia gama de ejercicios, como caminar a muy buen ritmo, el tenis y el footing, pero también incluye otros tipos de actividades como la jardinería y las tareas domésticas. No creo que exista la forma más óptima de hacer ejercicio. Mientras algo te mantenga físicamente activo y sea divertido, probablemente será útil".
"MIENTRAS ALGO TE MANTENGA FÍSICAMENTE ACTIVO Y SEA DIVERTIDO, PROBABLEMENTE SERÁ ÚTIL"
20 minutos de ejercicios
Aunque solo 20 minutos de ejercicio al día son suficientes para reducir rigurosamente el riesgo de enfermedades cardíacas, parece que muchas personas mayores no lo cumplen. "La población que estudiamos eran hombres y mujeres mayores de Italia", dice Amidei. "Aunque sus actividades físicas pueden haber cambiado con el tiempo, nuestros resultados mostraron que alrededor del 30 % de ellos se movían 20 minutos o más de manera moderada a intensa". Significa que el 70 % no lo hizo. Y si lo trasladamos a la población mundial en general, habría que animar a muchas personas mayores a ponerse en movimiento de todos modos.
Por ello, los investigadores esperan que los hallazgos se pongan de moda. "Con este estudio queremos demostrar que un mayor ejercicio reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, incluso en edades avanzadas", concluye Amidei. "Estos resultados refuerzan la importancia de promover la actividad física a todas las edades. Y lo ideal es que se inicie lo antes posible".
Sin comentarios