Se sabe que las plantas en los lugares desérticos parecen indestructibles, pero la realidad es muy distinta. La razón está muy clara, el cambio climático, que de apoco se va cobrando más víctimas.
En el sur de California se encuentra el Parque Estatal del desierto de Anza Borrego. El parque estatal está situado en el desierto de Colorado y alberga llanuras áridas y plantas como los arbustos de creosota y las yucas. Estas plantas resisten perfectamente el calor y la sequía y se supone que tienen poco que temer del calentamiento global. Pero un nuevo estudio pinta un panorama muy diferente.
Las plantas están muriendo
En la revista Journal of Geophysical Research: Biogeosciences, los investigadores concluyen que las plantas del Parque Estatal del desierto de Anza Borrego y sus alrededores están muriendo en masa. "Las plantas están muriendo y no hay nada que las sustituya", afirma el investigador Stijn Hantson.
Hantson y sus colegas basan sus conclusiones en un análisis de imágenes de satélite tomadas entre 1984 y 2011. Se centraron en una zona de casi 13.000 kilómetros cuadrados alrededor del Parque Estatal del desierto de Anza Borrego. Las imágenes de satélite revelan que la cubierta vegetal ha disminuido en general hasta un 35 % en 27 años.
¿Cuál es la causa de que las plantas estén muriendo?
Según los investigadores, las disminuciones pueden deberse al calentamiento global. Esto no solo provoca un aumento de las temperaturas en las zonas desérticas (lo que también hace que se evapore más agua), sino que también provoca grandes fluctuaciones en las precipitaciones anuales. Esto es fatal para muchas plantas de la zona. "Por un lado, son plantas muy resistentes que se han adaptado a las condiciones de sequedad y calor lo mejor posible", dice Hantson. "Pero, por otro lado, las plantas ya viven al límite de lo que es fisiológicamente posible para ellas, en vista de la escasez de agua y el calor". Y el cambio climático parece estar empujando a las plantas justo por encima de ese límite.
Las Montañas también pierden vegetación
Los investigadores también se fijaron específicamente en las montañas del sur de California, que son desérticas. Y allí también parecía que la vegetación lo estaba pasando mal, pero no tanto como en las zonas llanas. Por ejemplo, entre 1984 y 2011, los investigadores observaron una disminución de la cubierta vegetal en las montañas de alrededor del 13 %. Esto se debe probablemente al hecho de que aquí llueve mucho más. Mientras que las zonas llanas tienen que conformarse con una media anual de 73 milímetros de precipitaciones, las montañas reciben hasta diez veces más.
El estudio se limita a una zona desértica del sur de California. Pero hay indicios de que se producen problemas similares en una zona al norte de la estudiada por Hantson y sus colegas. Así que puede haber muchas más zonas desérticas en las que las plantas se encuentren en una situación desesperada debido al calentamiento global. "Siempre hay que tener cuidado con la extrapolación de los resultados de la investigación", opina Hantson. "Pero creo que la premisa general de que los ecosistemas que viven en el borde son especialmente vulnerables cuando el clima cambia es generalmente correcta".
Problemas para el Ecosistema
La desaparición de estas plantas sorprendentemente frágiles podría tener consecuencias de gran alcance. "Las plantas están en la base del ecosistema, por lo que es probable que estos cambios tengan un impacto más arriba en la cadena alimentaria y que, a la larga, incluso afecten a todo el ecosistema", afirma Hantson.
Investigación futura
Los investigadores realizarán ahora un seguimiento a largo plazo de la vegetación en el Parque Estatal de Anza Borrego. Quieren obtener una imagen clara de cómo evoluciona la cubierta vegetal a lo largo del año y cuáles son las consecuencias de la desaparición de las plantas. Además, es necesario investigar más sobre las formas exactas en que el calentamiento global está frustrando estas plantas. ¿Es principalmente el calor o más bien la sequía lo que está matando las plantas?
En cualquier caso, está claro que estas plantas tampoco lo tienen fácil en un mundo más cálido. "Creo que es importante reconocer que estos desiertos son bastante sensibles al cambio", dice Hantson. "Aunque se ha prestado mucha atención a la mortalidad de los árboles inducida por el cambio climático en California, pocos parecen ser conscientes de que otros ecosistemas también están bajo presión".
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