Sentirse triste, perder la alegría y la esperanza, sucumbir a la ansiedad, el mal humor y la reclusión social son emociones humanas dolorosas que indican un posible diagnóstico de depresión. El aspecto positivo, sin embargo, es que existen tratamientos para esta afección, lo que no ocurría hace cincuenta años.
¿Cuáles son las causas de la depresión?
Una teoría de evidencia no concluyente indica que la depresión es causada por un desequilibrio químico en el cerebro; sin embargo, hay varias causas potenciales, incluyendo factores biológicos y ambientales, tales como:
- Los antecedentes familiares del paciente, ya que las probabilidades de caer en una depresión clínica aumentan cuando existe un precedente en la familia de depresión o cualquier otra condición psicológica.
- Un choque o trauma temprano durante la infancia, que podría afectar a la forma en que la persona afronta las situaciones de miedo o estrés.
- La síntesis del cerebro, ya que se ha encontrado una conexión entre la depresión y la disminución de la actividad del lóbulo frontal.
- Algunas afecciones médicas crónicas, ya que las probabilidades de sufrir una depresión clínica aumentan en su presencia, al igual que el dolor crónico.
- El consumo de narcóticos y de alcohol.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
Incluyen algunos cambios, como:
- Cambios de humor;
- Desesperanza y tristeza;
- Pérdida de alegría e interés por las actividades favoritas, sensación de cansancio rápido y retraimiento social;
- Falta de concentración y dificultad para completar las tareas;
- Trastornos del sueño y ansiedad;
- Algunos síntomas físicos, como: dolor de cabeza, indigestión, cambios en el apetito y fatiga;
- Lentitud de pensamiento y movimiento.
Tratamiento de la depresión en el pasado
En el siglo XIX, antes de que se descubrieran los antidepresivos, los pacientes deprimidos eran enviados a lugares tranquilos o a instituciones mentales. En 1940, se inició el tratamiento de choque eléctrico, que consistía en hacer pasar una pequeña corriente eléctrica por el cerebro para modificar su química; de este modo, se invertían los síntomas rápidamente. También se utilizó un fármaco antialérgico como tratamiento psicológico por su efecto secundario sedante. En 1951 se descubrió el fármaco Imipramina, que mejora el estado de ánimo y la ansiedad, lo que llevó al descubrimiento de los otros antidepresivos tricíclicos: Amitriptilina, Nortriptilina y Desipramina, que mejoran el estado de ánimo al afectar a la química del cerebro a partir de los neurotransmisores.
Tratamiento moderno de la depresión
En 1987 se introdujeron en el mercado los inhibidores automáticos de la recaptación de serotonina, que son más seguros y actúan aumentando la serotonina disponible en el cerebro. La serotonina actúa como neurotransmisor, enviando señales neuronales a través de las células neuronales; su disminución provoca síntomas de depresión y ansiedad. Los inhibidores de la recaptación de serotonina impiden que se reabsorba; así, aumenta en la sangre y mejora los síntomas de la depresión, por lo que su uso se ha generalizado. El médico prescribe estos medicamentos después de realizar los controles médicos necesarios y la evaluación de los síntomas. Existen otros tratamientos, como:
- Tratamiento psiquiátrico mediante conversaciones con el médico para adquirir habilidades que permitan a los pacientes afrontar sus emociones y sentimientos.
- El entrenamiento físico durante 30 minutos al día, cinco días a la semana, ayuda a la secreción de endorfinas, que ayudan a mejorar el estado de ánimo.
- El autocuidado, el ejercicio físico, comer sano, dormir lo suficiente, evitar a las personas negativas y participar en actividades alegres, son factores que ayudan a mejorar el estado de ánimo del paciente deprimido.
Suplementos y vitaminas que ayudan en casos de depresión
- Los ácidos grasos (Omega 3) son importantes para el cerebro y los nervios; ayudan a reducir los síntomas de la depresión.
- Las vitaminas B12 y B6 son esenciales para la salud mental; el riesgo de padecer una depresión clínica aumenta cuando estas vitaminas no son suficientes en el organismo.
- La vitamina D es importante para la salud de los huesos, el cerebro y el corazón; se observaron niveles de vitamina D inferiores a los normales en los pacientes deprimidos.
Futuro tratamiento de la depresión
La nanotecnología ayudará a diagnosticar y tratar la depresión arreglando las células dañadas en el cerebro y los nervios, así como estimulando áreas del cerebro que ayudan a tratar la depresión y la ansiedad. La nanotecnología también ayudará a controlar las características de algunas sustancias de tratamiento, como su fusión y residencia en el cuerpo. También transferirán la sustancia eficaces a las células enfermas con precisión, con la capacidad de controlar continuamente la secreción de la sustancia de tratamiento dentro del cuerpo.
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